En el corazón de Navarra, en los paisajes de Sarda y Baigorrana de Lerín, se extiende un refugio de 200 hectáreas para algunas de las aves más emblemáticas y vulnerables de la región. Desde 1992, esta área se ha convertido en el centro de un proyecto experimental dirigido por el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. A través de un convenio con los propietarios de las tierras, se lleva a cabo una misión vital: proteger a las avutardas y conservar su hábitat.
Las avutardas, con su majestuosidad y rareza, son el foco principal de este proyecto. Debido a varios factores, entre ellos la alteración de sus hábitats naturales, la población de estas aves había experimentado un declive. Sin embargo, gracias a las medidas implementadas en Lerín, hoy celebramos la estabilidad de la población de avutardas en Navarra, con alrededor de 40 ejemplares viviendo en la zona.
Pero las avutardas no son las únicas beneficiadas. El proyecto también ha favorecido a otras especies que enfrentan amenazas similares. La ortega, el sisón y el alcaraván, aves que en algún momento enfrentaron el peligro de extinción, han visto un repunte en sus números gracias a estas iniciativas de conservación. Además, la zona ha registrado una mayor presencia de perdices, lo que demuestra el impacto positivo que estas medidas tienen en el ecosistema en general.
La iniciativa en Lerín es un testimonio de lo que se puede lograr con la colaboración y el compromiso hacia la conservación. A través de la protección activa y la restauración del hábitat, se ha dado a estas aves esteparias una oportunidad de prosperar y ser testigos de la belleza natural de Navarra para las generaciones futuras. Por lo tanto, la próxima vez que visites Lerín, no sólo admires su rica historia y cultura, sino también su compromiso con la protección de la naturaleza y las maravillas que alberga.